La capital brasileña fue sede el pasado viernes de una cumbre trascendental entre Brasil y 16 naciones caribeñas, culminando con la firma de diversos acuerdos de cooperación destinados a revitalizar y fortalecer sus lazos económicos y culturales.

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El encuentro, bajo el lema «Aproximar para unir», buscó revertir una tendencia de disminución en el intercambio bilateral, que cayó un 30 por ciento en los últimos 15 años, pasando de 6.000 millones de dólares en 2010 a 4.000 millones el año pasado.

Por su parte, el Gobierno brasileño destacó la prioridad que otorga a las relaciones con su entorno latinoamericano, en línea con su Constitución Federal de 1988.

En este sentido, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silv y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, quien ejerce la presidencia pro témpore de la Comunidad del Caribe (Caricom), valoraron el evento como «muy provechoso».

Entre los dignatarios presentes se encontraban el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader; el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa, y el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, entre otros.

Cinco ejes estratégicos para la integración

Lula da Silva identificó cinco áreas clave para potenciar la integración y generar resultados concretos: el cambio climático, la transición energética, seguridad alimentaria, conectividad y ayuda a Haití.

En esta cumbre Brasil-Caribe, los Estados buscaron una postura unificada de la región para la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém en noviembre próximo.

Lula destacó el potencial del Caribe en energías renovables (eólica y solar) y la experiencia de Brasil con los biocombustibles, enfatizando que los países ricos deben asumir su responsabilidad.

Por otro lado, ante la realidad de más de 12 millones de caribeños afectados por el hambre, Brasil ofreció su vasta experiencia en inclusión social y se posiciona como un proveedor clave de alimentos, pudiendo abastecer a 1.400 millones de personas en el extranjero.

Se promovió la adhesión a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, a la que ya se sumaron Cuba, Santa Lucía y Barbados, además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Asimismo, se abordaron medidas para mejorar las conexiones aéreas, terrestres y marítimas, esenciales para impulsar el comercio que actualmente favorece a socios más distantes como EE. UU., China y Alemania.

Brasil planea implementar las Rutas de Integración Sudamericana e invertirá 3.000 millones de dólares con el BID en proyectos para países como Guyana y Surinam.

Además, se firmaron nuevos acuerdos de servicios aéreos con Barbados y Surinam, y se realizará un foro para ampliar la conectividad. Brasil también aportará 5 millones de dólares al Fondo Especial de Desarrollo del Banco de Desarrollo del Caribe (BDC).

Por último, el presidente del BID, Ilan Goldfajn, anunció una donación de unos 290 millones de dólares para Haití, destinados a alimentación escolar, recuperación de infraestructuras y proyectos del sector privado para generar empleo.

Aunque el dinero no se usará en seguridad pública, Lula instó a un mayor compromiso de la comunidad internacional y la ONU con un plan de desarrollo nacional para Haití.

Acuerdos bilaterales refuerzan lazos

Además de los compromisos generales, la República Dominicana y Brasil rubricaron dos memorandos de entendimiento el 14 de junio de 2025, con el objetivo de mejorar la gestión pública y fortalecer la formación del personal diplomático.

El primer memorándum, entre el Ministerio de Gestión e Innovación de los Servicios Públicos de Brasil y el Ministerio de Administración Pública de la República Dominicana, busca impactar áreas como el Gobierno digital, la innovación, la gestión de personas y la promoción de la diversidad para un Estado más eficaz y centrado en el ciudadano.

Mientras que el segundo memorándum fue suscrito entre el Instituto Rio Branco (IRBr) de Brasil y el Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular (Inesdyc) de la República Dominicana; y fomenta el intercambio de información y experiencias en programas de estudio, cursos, seminarios y talleres, con énfasis en Derecho Internacional, Sociología, Ciencias Políticas, Economía y Relaciones Internacionales.

Un memorando adicional fue firmado entre el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Cuba, con el fin de apoyar la investigación científica y tecnológica.

La cumbre también anunció la creación de un Foro Brasil-Caribe a nivel ministerial para dar seguimiento a los compromisos.

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